¿Qué es el Espiritismo?
Práctica oculta por la que se evoca o trata con espíritus. La
creencia de que los hombres tienen la facultad de establecer contacto directo
con los espíritus. Es una forma de adivinación.
En la antigüedad, los persas, griegos y latinos rendían culto
a las almas de los muertos para buscar su ayuda o aplacarlos.
El espiritismo es muy diferente a la loable práctica cristiana de orar
por los difuntos, la cual se fundamenta en la doctrina que los que mueren
en gracia están siendo purificados en el purgatorio (en ese caso rezamos
a Dios por ellos) o están ya en el cielo (entonces pueden interceder
por nosotros ante el trono de Dios, pero es Dios quien actúa con su
poder infinito. Los santos jamás actúan por su cuenta y nosotros
en la tierra no buscamos de ellos sino que intercedan ante Dios para que se
haga Su divina voluntad. Dios ha querido esta comunión de la Iglesia
militante, purgante y triunfante)
El espiritismo moderno está influenciado por Allan Kardec quien seguía
el "nuevo evangelio" (evangelio del espiritismo) y fue acogido entusiásticamente
por la masonería francesa.
En 1917, el Santo Oficio emitió una condena absoluta contra la evocación
de espíritus, contra el hipnotismo y toda clase de manifestaciones
espiritistas.
El Catecismo lo identifica como un pecado contra el Primer Mandamiento. Bajo
el encabezamiento "adivinación y magia" el catecismo enseña:
"El espiritismo implica con frecuencia prácticas adivinatorias
o mágicas. Por eso la Iglesia advierte a los fieles que se guarden
de él. El recurso a las medicinas llamadas tradicionales no legitima
ni la invocación de las potencias malignas, ni la explotación
de la credulidad del prójimo."
Origen del Espiritismo Moderno
El Espiritismo Moderno, como creencia organizada y codificada, surgió
en el siglo XIX como resultado de un laborioso y profundo estudio llevado
a cabo por el francés Hipólito León Denizard Rivail,
más conocido como Allan Kardec.
A principios del año 1.855 comenzaron sus primeras investigaciones
serias y profundas sobre sesiones y comunicaciones espíritas a las
que asistía asiduamente. Como muchos de sus contemporáneos,
entre los que se encontraron las mentes más despiertas de su época
(incluso premios Nobel como Richet o Marie Curie), trataba de demostrar la
falsedad de los fenómenos espíritas: levitaciones de personas
y objetos, golpes misteriosos, comunicación de mensajes a través
de un médium por diferentes formas, escritura directa, etc. Aquellas
ideas, pensaban muchos, era un atentado contra la conquista efectuada por
la ciencia para explicar las leyes naturales y debía de ser demostrado
su engaño. No fue difícil coger a muchos embaucadores en trucos
muy sencillos de prestidigitación, en ocasiones muy burdos. Pero es
innegable que tanto Allan Kardec como otros muchos investigadores, tuvieron
que dar fe de la realidad de los hechos espiritistas tras numerosas investigaciones
sobre los médiums, algunos de la talla de William Crookes, César
Lombroso, Roosel Wallace, Lord Raileigh, Schiaparelli, Aksakov, Carl-Du-Prel,
Charles Richet las lista sería interminable.