Fantasmas

Entendemos por aparición la presencia súbita de un espectro de una persona muerta, es decir, una representación visual, acústica o táctil de un cuerpo no físico de un fallecido que, por circunstancias de su transitar como ser humano, se ve aferrado a la vida bajo una existencia etérea.
Cuando fallece una persona, de su cuerpo físico se desprenden entidades que conforman el Cuerpo Astral. Éstas son el cuerpo mental, emocional y espiritual. Se ha constatado que tras la muerte de una persona, el cuerpo físico pierde aproximadamente unos 150 gramos, que se estima es el peso del Cuerpo Astral, pues es una constante en todos los fallecidos y se ha comprobado científicamente que no corresponde a una pérdida de tejidos, aire en los pulmones o fluidos internos.
El Cuerpo Astral, formado por el mental, espiritual y emocional, tiene la capacidad de recorrer el mundo físico así como los sucesos que experimentó en vida. Una vez realizada esta tarea, el cuerpo espiritual abandona al Cuerpo Astral ya asciende a dimensiones desconocidas, según los teólogos, con Dios. Si en este proceso no lo acompañan el cuerpo mental y emocional, tenemos lo que se denomina fantasma. éste piensa y recuerda, y puede manifestarse a través de una médium o en ámbitos de fuerte carga psíquica, ejerciendo de portal, para cumplir una promesa o conseguir algo a través de los vivos.
Llega un momento en que el cuerpo mental, cumplida su misión, se desliga del emocional y se reúne con el espiritual. Si esto ocurre, el cuerpo emocional, sin capacidad de razonar, sólo actúa por deseos e impulsos, desorientado y confuso. A veces sólo se dedica a vagar y a impresionar a las personas a quienes se aparece, otra puede dañar y perjudicar seriamente. Es el prototipo más común, tembién conocido como poltergeist o "espíritu burlón" . Su estancia en el mundo de los vivos puede ser muy prolongada si lo protege una estructura material como una casa o un portal psíquico, y si las personas lo mantienen vivo en el recuerdo